EL CONTACTO CON LA NATURALEZA Y LA SALUD
Un trabajo científico publicado por la revista “Health Promotion International (Dic. 2005, Oxford Journals)1 presenta pruebas afirmando que la naturaleza juega un rol vital en la salud y bienestar del ser humano.
Según los autores de la publicación, la salud de las personas mejora al tomar contacto con paisajes naturales porque ningún ser humano, animal y planta existe como entidad independiente, como se piensa comúnmente, sino que forman parte de ecosistemas complejos e interconectados.
A raíz de este y otros estudios similares, el  gobierno australiano desarrolló una iniciativa llamada “Parques Saludables, Gente Saludable”. Para este y otros gobiernos, la inversión en parques se ha convertido en una política para ayudar a mejorar la salud de su población en general, así como de reducir el gasto público de salud en el largo plazo.
Es cierto que estos estudios han generado un impacto en círculos científicos y políticos alrededor del mundo, pero a los investigadores de las culturas y civilizaciones de la antigüedad nos recuerda mucho cómo las tradiciones de la antigüedad enfocaban la relación del ser humano con la naturaleza. ¿Es que estamos retornando a las raíces de la sabiduría ancestral?


Las conclusiones científicas del estudio

El trabajo de “Health Promotion International” se basó en decenas de investigaciones científicas realizadas en las últimas decadas, de donde extraemos algunas de las conclusiones más interesantes:
  • Experimentos muestran que los seres humanos reciben efectos fisiológicos benéficos cuando contemplan o interactúan con animales, plantas o paisajes naturales.
  • El contacto con ambientes naturales ayuda a restaurar y fomentar la recuperación de la fatiga mental.
  • Existen métodos de terapia basados en el contacto con la naturaleza que han tenido éxito curando a pacientes que no habían tenido una respuesta positiva con otros tratamientos.
  • En áreas urbanas, las personas que tienen mayor proximidad a paisajes naturales (tales como parques) tienen una actitud más positiva ante la vida y tienen un mayor índice de satisfacción en sus vidas (incluso en sus empleos).
  • Exponerse a entornos naturales mejora la posibilidad de lidiar y recuperarse del estrés, así como de recuperarse de enfermedades y lesiones.
  • Las personas que tienen mascotas tienen mejor salud mental y bienestar general que aquellas personas que no tienen mascotas.
Otras investigaciones de un equipo de científicos del Laboratorio de Paisaje y Salud de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, aportan conclusiones que también muestran que la relación con la naturaleza nos aporta efectos benéficos:
“en los entornos más verdes nos encontramos con que la gente es más generosa y más sociable. Encontramos fuertes lazos de vecindad social y un mayor sentido de comunidad, más confianza mutua y la voluntad de ayudar a los demás.
En cambio, en puntos donde hay menos zonas verdes, hemos comprobado que el índice de violencia, las acciones criminales y los delitos contra la propiedad – incluso después de controlar los ingresos y otros factores influyentes- son mayores. A todo ello hay que sumar que, en estos ambientes, las personas sufren más soledad y cuentan con menor apoyo social”. 2

El contacto con la naturaleza para los pueblos de la antigüedad

 “Apartado de la naturaleza, el corazón del hombre se endurece” (proverbio sioux)
“Desconocer la naturaleza es la causa de la desgracia humana.” (Epicuro)
“La medicina cura, la naturaleza sana.” (Proverbio latino)

Las conclusiones de la ciencia actual representan un retorno al pensamiento de las tradiciones de la más remota antigüedad, que siempre buscaron mantener una relación saludable y equilibrada con la naturaleza.
Los pueblos nativos de América, por ejemplo, mostraban un gran respeto hacia los seres que le rodeaban: si cazaban un animal, agradecían al espíritu del animal por permitirles tomar su cuerpo como alimento e igualmente mostraban su agradecimiento si cosechaban una mazorca de maíz. Generación tras generación, por miles de años,  mantuvieron esta relación íntima con su entorno natural. Y no solo eran los pueblos de América los que guardaban esta actitud, sino que parece ser el comportamiento más común en los pueblos de la antigüedad, desde los chinos hasta los griegos, tanto de Oriente como de Occidente.
Es cierto que hemos ganado muchas comodidades con el avance de la tecnología actual, pero tal vez hemos olvidado otros aspectos básicos de la vida y sobre nuestra relación con el Universo. Los estudios científicos reseñados en este artículo parecen conducirnos nuevamente hacia las fuentes de sabiduría tradicional. Sería interesante que la ciencia tomará más en cuenta las fuentes de sabiduría tradicional en un futuro próximo.
Por nuestra parte, comenzaremos por aprender la lección y aprender a mantener el contacto con la naturaleza. Al menos así podremos aportar un grano de arena para un mundo más equilibrado y mejor.


Bibliografía
  1. Cecily Maller, Mardie Townsend, Anita Pryor, Peter Brown, and Lawrence St. Leger”, Health Promotion International, Vol. 21, No. 1. “Healthy nature healthy people: ‘contact with nature’ as an upstream health promotion intervention for populations.”
  2. Amalia Rodríguez Gómez, Tedencias 21 (Tendencias de la Salud). “El contacto con la naturaleza aumenta la salud humana.” http://www.tendencias21.net/El-contacto-con-la-naturaleza-aumenta-la-salud-humana_a6404.html
Iván Eskildsen