La importancia y el poder de la relajación



El estado natural del cuerpo es la relajación. Sin embargo, cuesta trabajo creer esta certera afirmación si nos atenemos a los problemas de salud física, derivados de la tensión y la rigidez, que padece una parte considerable de la población mundial, sobre todo en occidente.
La pregunta que podríamos hacernos a continuación es: si lo que quiere el cuerpo es estar relajado ¿qué es lo que hace que se tense y rompa su estado natural? No creemos que a muchos se les escape que la causa de esta desarmonía somos, en realidad, nosotros mismos.

Si sabemos gracias a la medicina psicosomática que la mente y el cuerpo se influyen mutuamente, entenderemos que toda tensión y crispación mental o psicológica produce un efecto idéntico en el cuerpo y, si esta situación persiste en el tiempo, más pronto o más tarde acaba derivando en dolor serio o enfermedad.
Esto, que es bien conocido (pero por desgracia poco solucionado) por la mayor parte de la medicina oficial, no es algo nuevo, ya se conocía en la antigüedad. La sabiduría egipcia nos habla de esta inmutable ley de la Naturaleza, en una de sus claves, con uno de sus aforismos más conocidos: “así es abajo como es arriba” y, el mismo Platón, afirmaba que “el carácter no es independiente de la constitución física. Está condicionado por el estado de nuestro cuerpo, así como el cuerpo es influido por las enfermedades del alma”. Todo ello, sin mencionar el acervo cultural que a este respecto nos ha dejado la tradición oriental, verdaderos especialistas en lo que al cultivo de la armonía mente-cuerpo se refiere.
No ha de extrañarnos pues que las actuales tendencias en el campo de la salud, el bienestar y aún los negocios y el deporte dirijan su mirada hacia estas fuentes de sabiduría ancestral.

Cada vez hay más personas que empiezan a darse cuenta de que, tanto el problema como la solución, están en la mente. Si logramos desarrollar una mente clara, serena y relajada, a la vez que firme y estable (a pesar de la actividad externa) podremos garantizar la salud.
Como bien sabemos, relajar la mente no siempre es tarea fácil, pero, si vamos aprendiendo a relajar por lo menos el cuerpo, podremos comprobar que, por esa misma correspondencia que hay entre ambos, la mente se va serenando y, en un camino de ida y vuelta y ayuda mutua, ésta potenciará aún más la armonía del cuerpo. 
Está demostrado que el dolor producido por la rigidez en las articulaciones, síntomas éstos de enfermedades como por ejemplo la artritis y otras, está producida en la mayoría de los casos por la  rigidez y la tensión mental, que, a través del sistema nervioso contrae los músculos y presiona las articulaciones
Estudios científicos realizados por diversas instituciones de prestigio a nivel mundial, demuestran de qué manera la práctica de disciplinas psicosomáticas, como por ejemplo el Tai Chi, entre otras, mejora considerablemente los síntomas de éstas y muchas otras enfermedades.

La milenaria medicina tradicional china, coincidiendo con la moderna ciencia, nos habla de la existencia de unos canales llamados meridianos por los que circula la energía del cuerpo. De la misma manera que si apretamos fuertemente con nuestra mano una manguera  comprobamos que el agua que circula no llega a su destino, cuando los canales energéticos del cuerpo son presionados por la contracción del sistema nervioso, la energía también se bloquea, produciendo efectos nefastos para la salud.
Es de todos conocido que si el agua no corre de manera natural y se detiene, estancándose, acaba por pudrirse y volverse insalubre. Si, como en el ejemplo de la manguera, dejamos de hacer fuerza, el agua-energía volverá a fluir libremente devolviendo las cosas a su estado natural.
De ahí la importancia de la relajación, que no es otra cosa que precisamente soltar, dejar de hacer fuerza.


Desde hace años las investigaciones han demostrado que enfermedades como el cáncer tienen, en la mayoría de los casos, su origen en emociones negativas que no han sido resueltas en el interior del ser humano. Éstas quedan retenidas en la psiquis y, finalmente, se reflejan en el cuerpo.
Por increíble que parezca estamos apegados hasta a aquello que nos duele, a nuestros bloqueos y enfermedades, tratando, consciente o inconscientemente de “agarrarnos” a ellos. Según esta visión, si tuviésemos la capacidad de soltarlos, de dejarlos libres, seguirían su camino natural.
La mente racional tiene una gran tendencia a apegarse a las cosas, a apresarlas, poseerlas. Le horroriza el silencio, el vacío. Pero es ahí precisamente donde está la solución. Cuando los problemas de la mente caen en el vacío se quedan sin asidero en nuestro interior. Es por lo que Escuelas como la Zen desarrollan la doctrina del vacío o la “no mente”, no como una forma de abstracción estéril, sino como una manera de liberarse de todo pensamiento que nos bloquea y limita y permitir que ese vacío lo ocupe una sabiduría natural que también reside en nosotros.

En la cultura china a la relajación la llaman liberación. Relajarse es, pues, liberarse de lo que sobra. La filosofía taoísta nos diría que, en realidad, el ser humano se cura de su enfermedad cuando se cansa de ella y la suelta.
En ese sentido podríamos decir que la salud y la armonía son una cuestión no tanto de hacer sino, más bien, de dejar de hacer. Dejar de hacer fuerza, dejar de contraerse. Una cuestión de no resistirse en el peor sentido de la palabra, de no poner obstáculos e impedimentos a la libre circulación y natural fluir de la vida.

Pensadores actuales de gran renombre e influencia como Eckhart Tolle, filósofo contemporáneo que recoge y actualiza enseñanzas tradicionales, nos hablan, entre otros, del concepto de la aceptación. Nos dice que debemos elegir voluntaria y conscientemente aquello que nos está pasando, aceptarlo de manera serena sin resistirse o forcejear. Es una estrategia que nos permite la absorción, reconducción y liberación, de manera natural, de esa fuerza negativa.
Esto no implica ni mucho menos conformismo, resignación o falta de coraje. En realidad, dejar de actuar y evitar que nuestro ego intervenga requiere, en muchas ocasiones, más valor y esfuerzo que  aplicar nuestra intención personal.
Dentro de la cultura marcial grandes maestros como Morihei Ueshiba, Jigoro Kano o Yang Lu Chan, demostraban el poder de la relajación y  la suavidad en el combate, desarrollando conceptos como el de la “no lucha” o el arte de “ceder para vencer”. Paradójicamente, han sido los artistas marciales más poderosos que hemos conocido en la historia reciente.

Dice un aforismo que “menos es más”. La Naturaleza es sencillaecuánime, sin excesos ni artificialidades. Solo así puede ser eficazbella armoniosa.
Para nosotros esto supone un paradigma totalmente diferente porque, por lo general, solemos hacer todo lo contrario. Nuestra cultura nos ha enseñado a usar más fuerza  de la que necesitamos para hacer las cosas. Estamos más acostumbrados a “hacer”, hablar, intervenir, que a callarescuchar, y percibir.
Aprendamos aquello que nos falta: aprendamos a soltar, aprendamos a vivir.



Escuela de Tai Chi Wu Hsin
“LA SERENIDAD EN LA ACCIÓN. CÓMO VIVIR SIN ANSIEDAD.”

* Extraido del curso téorico-práctico de Carlos P. Bernat dentro de las VI Jornadas del Día Internacional del Tai Chi, organizadas por la Escuela Wu-Hsin.



Estamos acostumbrados a agobiarnos, a estar preocupados cuando tenemos problemas. Vivimos en una sociedad que genera mucha ansiedad, con demasiadas distracciones, un rápido consumo y ajetreo de vida.

“La vida siempre nos trae problemas, no los podemos evitar, lo que si podemos evitar es la manera de encarar las cosas”.

Creemos que para estar serenos necesitamos no hacer nada. Normalmente, cuando nuestro cuerpo se pone en acción, nuestra mente se agita mucho.
Pero la serenidad es un valor muy poderoso. Se puede trabajar sin ansiedad. La serenidad nos permite estar en la acción y, al mismo tiempo, en calma.


Herramientas para trabajar con la serenidad y reducir la ansiedad:


LA ENERGÍA DE ESCUCHA

La energía de escucha es la energía llamada “ting” en el Tai Chi Chuan. Es una escucha interna, no tanto escuchar con los odios,  sino con la conciencia. Es observarnos a nosotros mismos.

Escuchar genera distancia, y cuando tengo distancia genero una perspectiva que me permite ver lo que está pasando realmente y no identificarme con los problemas. Me doy cuenta de las cosas y puedo encontrar una solución sin ponerme ansioso.


ESTAR EN EL PRESENTE

“La vida es ahora”, pero hay dos fuerzas que nos sacan del presente, que nos sacan del aquí y del ahora.

El miedo fundamentalmente nos saca del aquí. Cuando tengo miedo no quiero estar aquí, quiero escapar.
La ansiedad nos saca del ahora. Cuando aparece la ansiedad, ésta nos proyecta hacia el futuro, hacia el fruto de la acción, los resultados, y nos hace perder el control sobre la acción.

¿Qué podemos hacer? .
Concentrarnos en el paso a paso y no tanto en los resultados, aprender a estar en el presente y a amar la acción por la acción en si. Motivarse para buscar la acción perfecta, sabiendo que la acción perfecta me llevará a un resultado perfecto.

“¿No será que si somos más capaces de vivir el presente, viviremos más la vida, estaremos más vivos?”. Porque...¿donde transcurre la vida? : en el presente.
La vida es un eterno presente, hasta que nos morimos, pero no lo solemos apreciar, creyendo que esto no nos va a suceder, o será en un futuro muy lejano. Tenemos la vida, saboreémosla.




SER CONSCIENTES

La ansiedad nos asalta y nos entra por un déficit de atención. Cuando no estamos atentos, la ansiedad se instala.

Normalmente nuestra conciencia está bañada por el mundo intelectual y de creencias. La mente con sus pensamientos se asemeja a unas gafas que nos hace percibir la realidad distorsionada.
La conciencia es terapéutica, genera centro, control. Las personas cuando toman conciencia toman el control de la situación.

La conciencia es darse cuenta de la realidad, del presente, de lo que estoy haciendo en este momento y para ello hay que estar despiertos, con atención consciente.

La vida es conciencia. ¿Para qué quieres la vida si no eres consciente de ella?.


QUIETUD EN LA  ACCIÓN

Uno de los principios del Tai Chi es buscar la quietud en la acción, pero, ¿cómo?.

“La calma no es una opción, es una obligación, cuántos más problemas tengas, o más cosas a hacer durante el día, enfócate en vigilar la calma, no los problemas, sino la calma”.

Al calmarme puedo percibir la realidad. Todo lo demás son interferencias, son fantasmas de la mente. Sólo tengo callar la mente, estar en silencio interior y hacer lo que tenga que hacer.


DESPERSONALIZACIÓN

Para poder generar la serenidad en la acción, tenemos que desidentificarnos de nosotros mismos, de nuestros pensamientos y creencias. Si me desidentifico me voy a poder observar. Necesitamos un observador y algo que observar. Si tomo conciencia de de que yo no soy mis pensamientos podré generar la distancia necesaria para trabajar con ellos.

Podemos ser más impersonales, vaciarnos de nuestra personalidad para que emerja ese ser más profundo y sabio que habita en nuestro interior. Normalmente no lo dejamos salir, lo tenemos aprisionado entre nuestras pasiones y tensiones. ¡Suelta todo lo que sobra, permite que suceda!.


Y es que...
 “La felicidad está relacionada con la serenidad, las personas serenas son felices”.




* Carlos P. Bernat , director de la Escuela Wu-Hsin e investigador de las Artes Marciales.





Diversas prácticas de control de la ansiedad realizadas durante el curso




















VI JORNADAS DÍA INTERNACIONAL DEL TAI CHI CHUAN
Organizan: Escuela de Tai Chi Wu-Hsin , Instituto Bodhidharma.

JUEVES 28 ABRIL a las 20.15 h. Entrada libre
CHARLA: “ANÉCDOTAS DE LOS GRANDES MAESTROS DE ARTES MARCIALES”.
A cargo de alumn@s de la Escuela Wu-Hsin


Las artes marciales en la actualidad, en general se han convertido en una modalidad deportiva y sus entrenamientos van encaminados a conseguir una habilidad física y una mentalidad competitiva.

Lo deportivo también posee valores muy interesantes para el ser humano, pero la verdad es que en las artes marciales clásicas, o al menos en algunas de ellas, había un "algo más" que las hizo en su origen tan especiales.


En esta charla, conversaremos sobre anécdotas de algunos de los mejores Maestros de las Artes Marciales clásicas, para poder mostrar ese "algo más", que hizo que miles de personas en todo el mundo se hayan interesado por estas disciplinas.



SÁBADO 30 ABRIL DE 18 a 20 h. Entrada Libre.
CURSO TEÓRICO-PRÁCTICO:
“EL ARTE DE LA SERENIDAD EN LA ACCIÓN. Cómo vivir sin ansiedad”.


“El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante”. Michel Eyquem de Montaigne.

La ansiedad es causa de muchos fracasos y fuente de infelicidad en el ser humano.
Normalmente se asocia la serenidad a estar quieto, tranquilo, sin hacer nada... pero cuando entramos en la acción, parece que esa serenidad se destruye.


En este curso vamos a profundizar en el arte de actuar con serenidad:


CURSO GRATUITO

PROFESOR:

  Carlos P. Bernat. Profesor de la Escuela Wu-Hsin e Investigador de Artes Marciales.

OBJETIVOS:

  Conocer la virtud de la serenidad, que nos permitirá vivir sin ansiedad.
  Aprender a actuar con serenidad.
  Entrar en la acción con serenidad, sin ansiedad y con gran eficacia.

DEDICADO A:

  Cualquier persona, aún sin conocimientos previos.

CÓMO:

  A través de las enseñanzas del Tai Chi Chuan.
  Con ejercicios prácticos.
  Llevar ropa cómoda.



Reflexiones 1






Un principio fundamental en las Artes Marciales y en la vida en general: de dentro a fuera. Seguridad, confianza en nuestras potencialidades internas y no en los apoyos externos.